Como muchos sabrán, más allá de los liftings, el aumento de pecho o la liposucción, existen otros muchos tipos de intervenciones de cirugía plástica, entre los que se encuentra la abdominoplastia. Se trata de una intervención quirúrgica que se realiza para poder eliminar el exceso de piel o el tejido del abdomen en su parte media y baja, además de tensar los músculos de la pared abdominal.
Esto suele realizarse en pacientes con exceso de piel a consecuencia de un embarazo o al perder peso de forma exagerada en poco tiempo, aunque no está indicada para tratar el sobrepeso.
La abdominoplastia es una intervención quirúrgica en la que el procedimiento que se realiza pasa por hacer una larga incisión por encima del pubis y que llegue de una cadera a la otra, además de otra incisión por encima del ombligo para poder separarlo de los tejidos cercanos. Debido a la envergadura del tratamiento quirúrgico es necesario el uso de anestesia general.
Una vez que se realicen ambas incisiones, se procederá a separar la piel de la pared abdominal hacia arriba, hasta las costillas, dejando los músculos abdominales expuestos para poder ser tensados y así tener una cintura más firme y estrecha. Para ello se estira la piel en dirección al pubis y se extirpa la piel sobrante, volviendo a colocar el ombligo en su sitio. Como era de esperar, la intervención dejará una larga cicatriz en la zona de abertura, aunque puede disimularse fácilmente con el bikini.
Este tipo de intervenciones precisará solo un día de hospitalización, pudiendo volver a casa al día siguiente después de que se hayan retirado los drenajes y se hayan sustituido los vendajes por otros de tipo faja que se deberán utilizar de forma permanente durante un mes. El tiempo de recuperación puede variar entre las 2 y las 4 semanas aproximadamente.
En cuanto a las posibles complicaciones derivadas de la abdominoplastia, podemos ver que tiene los mismos riesgos que cualquier tipo de operación, entre los que se encuentran los problemas derivados de la anestesia, así como posibles hemorragias o aparición de infecciones.
También cabe recordar que además de esas, también puede haber otras complicaciones que, si bien su posibilidad y riesgo es bajo, nunca está de más recordarlas. Así, una de las complicaciones puede ser la cicatriz anormal, ya sea porque sea más gruesa o más oscura de lo normal.
También puede darse una disminución temporal o incluso permanente en la zona, así como la acumulación de líquido entre la piel y la pared abdominal. Solo en los casos más extremos la abdominoplastia puede conllevar necrosis cutánea, así como trombosis venosas en las piernas y complicaciones pulmonares por embolismo.