TRATAMIENTO DE LA Hiperhidrosis
¿Qué es la Hiperhidrosis?
La hiperhidrosis es un exceso de sudoración que puede afectar las palmas de las manos, las plantas, las axilas, a nivel craneofacial, o de manera generalizada por todo el cuerpo, y que es debida a un incremento de la secreción de las glándulas sudoríparas.
Causas de la hiperhidrosis
Puede ser primaria (origen desconocido), o secundaria a alguna enfermedad: tumores como el linfoma, tumor carcinoide y tumores cerebrales, afectación de la glándula tiroidea o pituitaria, intoxicación por mercurio o arsénico, como efecto secundario de fármacos, antidepresivos tricíclicos,…
La hiperhidrosis primaria afecta al 0.5-1% de la población. Se suele iniciar en la pubertad y dura toda la vida, aunque habitualmente la sudoración excesiva va disminuyendo con los años. Hasta el 40% de los afectados tiene otro miembro de la familia con el mismo trastorno, por lo que se considera una enfermedad hereditaria.
La hipersudoración o sudoración excesiva puede condicionar la vida de algunas personas, que llegan a tener la sensación de “mojar la ropa” constantemente. Son individuos en los que, la afección, puede llegar a ocasionarles un temor permanente ante la posibilidad de encontrarse con otras personas y tener que estrecharles la mano o, simplemente, a que les vean “mojados”. Las personas con hiperhidrosis pueden volverse retraídas, pudiendo ser una causa de fobia social. También causa dificultad en la manipulación de papeles, objetos, herramientas, equipos electrónicos o instrumentos de música.
Tratamiento de la hiperhidrosis primaria
No existe un tratamiento totalmente efectivo, permanente y exento de efectos secundarios para la hiperhidrosis, pero actualmente disponemos de un arsenal terapéutico que puede eliminar el problema desde varios frentes. Mencionamos a continuación los tratamientos que más se usan en la actualidad para la hiperhidrosis o sudoración excesiva primaria.
Antitranspirante
Para las hiperhidrosis leves, los antitranspirantes comercializados en forma de pomadas y roll-on con hipoclorito de aluminio, pueden ser suficientes. Cuando no es suficiente, se puede aplicar una solución de clorhidrato de aluminio hexahidratado al 20-25% en solución de etanol para la hipersudoración axilar, palmar o plantar. El mecanismo de actuación parece ser la oclusión del conducto de las glándulas sudoríparas. Se debe de aplicar por la noche y con la piel seca.
Toxina botulínica
El uso de la toxina botulínica se ha demostrado de gran eficacia en el tratamiento de hiperhidrosis localizadas, como la de axilas o palmas de las manos.
Es un procedimiento que en general es bien tolerado por el paciente. Actúa bloqueando la transmisión nerviosa del estímulo a nivel de la glándula sudorípara. Se trata de un tratamiento muy seguro y de una efectividad muy alta.
En los casos de hipersudoración axilar, la inyección de toxina botulínica es bien tolerada sin necesidad de anestesia local. Cuando se aplica para hiperhidrosis palmar, como es una zona más sensible, puede usarse crioanestesia (anestesia por frío) en cada punto de inyección.
Hay que tener en cuenta que el efecto de la toxina botulínica es pasajero, de 5 a 6 meses en las palmas de las manos y algo mayor, entre 8 y 10 meses, en las axilas. Transcurrido ese tiempo es necesario volver a inyectarla. No obstante, no existen contraindicaciones para repetir el tratamiento.
Cirugía
El procedimiento quirúrgico, llamado simpatectomía torácica, consiste en la extirpación selectiva por vía endoscópica de algunos de los ganglios simpáticos (sistema nervioso vegetativo) que conducen el estímulo que provoca la hipersudoración de las palmas, plantas y axilas. Dichos ganglios se hallan en el interior de la cavidad torácica, y para acceder a ellos se precisa hacer una pequeña incisión de 1 cm a nivel intercostal, precisándose anestesia general.
La cirugía debe utilizarse en casos extremos y, siempre que las medidas conservadoras hayan fallado previamente, ya que no está exenta de complicaciones, y además pueden aparecer efectos secundarios como hipersudoración compensatoria en espalda, muslos, rodillas, anhidrosis o excesiva sequedad local y mayor sensibilidad al frio. A pesar de que se trata de una cirugía mínimamente invasiva, para asegurar los mejores resultados, el tratamiento quirúrgico de la hiperhidrosis debe practicarse por médicos especialistas en cirugía torácica.
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Bibliografía
1.- Hiperhidrosis y toxina botulínica. Dr. Ignacio Sánchez-Carpintero Abad. Ponencia en Simposio internacional sobre avances científicos en la aplicación médica de la toxina botulínica. Madrid, 4 febrero 2010. Fundación Ramón Areces.