Cuando pensamos en enfermedades o dolencias que suelen afectar a las mamas, lo primero que se nos viene a la cabeza son los tumores o el cáncer de mama, ya que es lo más frecuente en las mujeres. Sin embargo, muchas de ellas pueden presentar otras dolencias. Ejemplo de ello son las mamas tuberosas.
Se trata de una malformación mamaria que se basa en la falta de crecimiento de una de las mamas desde su base o desde su contorno. Esta falta de crecimiento puede ser total o parcial. En lo que a la forma de la mama se refiere, este adopta un contorno cuya forma recuerda a la de un tubérculo, y de ahí el nombre de esta enfermedad, aunque también se conoce por otros nombres como mamas caprinas o deformidad de Snoopy.
A pesar de ser una dolencia cada vez más frecuente en un mayor número de mujeres, lo cierto es que los estudios al respecto no están lo suficientemente avanzados, aunque sí se conocen algunas claves para entender algo más acerca de esta enfermedad mamaria.
Clasificación de la enfermedad según sus grados
Se han establecido 3 grados o estadios de mamas tuberosas:
En el grado 1, la falta de desarrollo se encuentra en el cuadrante interno, lo que hace que la areola pueda estar desviada hacia abajo y también hacia adentro. En el grado 2, afecta a los dos cuadrantes inferiores y la areola puede estar inclinada hacia abajo. Por su parte, el grado 3 es el más grave y afecta a todos los cuadrantes, haciendo que la forma de la mama pueda ser estrecha y alargada, en forma tubular.
Las causas que producen esta malformación en la zona mamaria aún no están del todo claras, aunque todo parece indicar que tiene un origen congénito, y que se empieza a hacer evidente durante el desarrollo de las mamas en la etapa de la pubertad.
En cuanto al tratamiento, cabe indicar que el más frecuente es la cirugía plástica mediante la cual se implanta una prótesis que ayuda a equilibrar el tamaño de la mama. Esta cirugía se realiza siguiendo diferentes técnicas según el grado de desarrollo de la enfermedad, si bien en la mayoría de ellas se implanta la prótesis a través de una pequeña incisión en la areola. Además de la prótesis mamaria también se procedería a actuar sobre la glándula mamaria para conseguir una forma más estética de la mama.